El tabaco es el factor de riesgo cardiovascular más importante. Tanto, que una persona fumadora tienen el triple de riesgo de sufrir una enfermedad de ese tipo en comparación con una persona que no fuma. El tabaco es origen de muchas enfermedades; no solo coronarias, también de otros tipo. Ejemplo de ello son la bronquitis crónica, la enfisema pulmonar o el cáncer de faringe y pulmón. El tabaco es tan nocivo que al año causa 50.000 muertes solo en España. Las posibilidades de sufrir una enfermedad del corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos consumidos, y aumenta con el paso de los años.
Isquemia y monóxido de carbono
Nicotina Esta substancia libera la adrenalina y la noradrenalina, y daña la pared interna de las arterias (endotelio). Así, aumenta el tono coronario mediante espasmos, genera alteraciones coagulares, sube el costerol malo a medida que baja el bueno. La concentración de la nicotina en la sangre se debe más al grado de inhalación que no a la nicotina que contiene el cigarrillo.
Monóxido de carbono: Reduce el aporte de oxígeno al miocardio, y aumenta la coagulación de la sangre así como el colesterol.
¿Por qué dejar de fumar?
Mejora la respiración, y disminuye la fatiga.
Reduce la tos y el peligro de sufrir infecciones.
Recupera la cara y la piel de un envejecimiento prematuro.
Recupera el gusto y el olfato.
Ralentiza el deterioro de la función pulmonar.
El peligro de sufrir un infarto o muerte súbita disminuye entre 20-50%, y en tres años su vuelve igual a la de una persona que no ha fumado nunca.
¿Cómo dejar de fumar?
La voluntad es clave en todo este proceso, incluso cuando se ha fracasado en intentos anteriores. He aquí unas cuántas pautas para conseguirlo.
Establece una fecha para dejar de fumar.
Haz una lista de motivos para dejar de hacerlo.
Cuenta el número de cigarros que fumas al día por inercia.
Quita las cajetillas, los mecheros y los ceniceros de tu alcance.
Haz ejercicios de abstinencia.
Busca la complicidad de tu entorno.
Recuerda que los síntomas (ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño, falta de concentración, hambre, ganas de fumar, étc.) son pasajeros.
Cuando llegue el día elimina el tabaco de tu vida. Evita situaciones que conllevan fumar, come mucha fruta, y ten a mano caramelos sin azúcar.
Fumadores pasivos
Cada año fallecen en España 6.200 fumadores pasivos; alrededor de 5.000 inhalan el humo del tabaco en su propia casa. Según el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo, el riesgo de padecer cáncer de pulmón aumenta entre el 20% y 50% para le gente que convive con fumadores. Además, vivir bajo el humo del tabaco aumenta en un 30% el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular. Vivir con una persona que consume una cajetilla de tabaco al día es equivalente a fumar nueve cigarrillos diarios.
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