La obesidad es el aumento anormal y desproporcionado de grasa en nuestro cuerpo. Se trata de uno de los factores de riesgo cardiovasculares más importantes y está considerada por la OMS como una auténtica pandemia en este siglo XXI. Se estima que existen actualmente 1.000 millones de personas con sobrepeso en el mundo y 500 millones más con obesidad. En el Estado, la prevalencia de la obesidad está yendo en aumento en la última década, situándose por encima del 15% de la población adulta y del 30% en los mayores de 65 años.
Obesidad vs. Sobrepeso
La diferencia entre sobrepeso y obesidad es cuantitativa. Medimos nuestro exceso o no de grasa mediante un índice que relaciona nuestro peso con nuestra superficie corporal. Se llama Índice de Masa Corporal (o IMC) y se calcula dividiendo nuestro peso entre el cuadrado de nuestra altura. Y así, si el resultado es menor de 25 diremos que nuestra cantidad de grasa es la correcta; entre 25 y 29 es considerada una persona con sobrepeso; y valores de 30 o mayores harían referencia a la obesidad.
Cómo afecta a nuestra salud
Son muchas las enfermedades que se relacionan con la obesidad, entre ellas la diabetes mellitus y la hipercolesterolemia, por lo que el control de la primera actuaría de forma beneficiosa sobre las otras dos.
La obesidad constituye la sexta causa de muerte en el mundo. En personas de 40 años que son obesas, ocasiona una pérdida de 7 años potenciales de vida.
¿Cómo podemos combatirla?
La clave reside en conseguir un equilibrio entre el consumo de calorías que ingerimos en nuestra dieta y las que gastamos como consecuencia de nuestra actividad física. Una alimentación ajustada a nuestra actividad física teniendo en cuenta el gasto energético individualizad o consigue corregir este problema. Para combatir la obesidad es necesario bajar peso a través de una dieta hipocalórica que cumpla estos requisitos:
Debe ser individualizada, variada y equilibrada, limitando los alimentos más calóricos y los que aportan calorías vacías (bebidas refrescantes, golosinas, snacks, etc.).
Debe cubrir los requerimiento mínimos de energía y nutrientes de la persona (las dietas que están por debajo de las 1.400 kilocalorías, resultan nutricionalmente incompletas)
La reducción calórica al inicio del tratamiento en obesidades de grado leve, no debe superar el 30 ó 40 % de la ingesta calórica habitual de la persona.
Debe estar fraccionada en 5 ó 6 tomas al día (evitar picar entre horas, ya que no se da tiempo al estómago a que tenga sensación de vacío entre toma y toma).
Debe ser rica en fibra (verduras, legumbres, cereales integrales y fruta en las cantidades adecuadas a cada caso), mejora la sensación de saciedad y previene el estreñimiento.
Pobre en grasas saturadas y colesterol (evitar o reducir el consumo de lácteos completos y los muy grasos, carnes grasas y sus derivados, charcutería y vísceras...).
Incluya lácteos con poca grasa, las carnes más magras , desgrasar caldos de carne y aves en frío, sustituir la carne o los huevos por pescado al menos cuatro veces por semana.
Controlada en cantidades de alimentos que contienen hidratos de carbono simples (azúcar, miel, mermelada, zumo y fruta, bebidas azucaradas, golosinas, chocolate y derivados) •
Opte por cereales integrales (pan, pasta, arroz…).
Se eviten las de fuentes calóricas concentradas, es decir, los alimentos que aportan calorías pero con un contenido en nutrientes insignificante (bebidas azucaradas, bebidas alcohólicas, chips, snacks, etc.)
コメント