La artrosis, el desgaste del cartílago articular, es una dolencia que afecta, causando dolor o incapacidad, a un 10% de la población y que se ve afectada por factores como el peso, los traumatismos o el estilo de vida que llevemos. Hablamos con nuestro compañero el Dr. Arturo Díaz de esta dolencia que todos en mayor o menor medida vamos a sufrir con el paso de los años.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es el desgaste biológico que sufre el cartílago de las articulaciones. El cartílago está estructurado en múltiples capas, situadas una encima de la otra y, a medida que avanza la vida, estas disminuyen. La mejor manera de entenderlo es pensar en los frenos de un coche. Tienes dos metales, y pones entre ellos un pastilla, un material suave, para que no friccionen entre sí. Pero esa pastilla se va gastando. Esas partículas de desgaste crean inflamaciones y eso genera dolor.
¿Qué diferencia hay entre la artritis y la artrosis?
La artritis es la inflamación de la articulación. La artrosis, el desgaste del cartílago. Cuando los cartílagos se desgastan y sus partículas son atacadas por la articulación, que se inflama se produce una artritis por artrosis.
¿Qué factores influyen en el desgaste de los cartílagos?
El nivel del desgaste varía de persona a persona. Todos sufrimos el desgaste de los cartílagos, otra cosa es el tiempo que tardan en desgastarse o el nivel del desgaste y este depende de factores como el peso, la alineación articular, el estilo de vida que hayamos llevado o los traumatismos que hayamos sufrido. Por ejemplo, la práctica durante años de actividades que aumentan la demanda mecánica, como el fútbol o el baloncesto, tiene una gran influencia. En aquellos casos en los que se sufre un traumatismo de mediana-alta energía, como lesiones deportivas, caídas de moto o de altura, los cartílagos, al ser receptores de esa energía, pierden su capacidad vital. Es la llamada artrosis postraumática. Otro tipo de artrosis es la artritis séptica. Sucede cuando un hongo o germen afecta a las células y no tiene tratamiento adecuado. Es una infección que ataca las capas del cartílago, degenerándolo.
El tratamiento, entonces, varía en función del nivel del daño o del origen del mismo, ¿no?
Sí. Por ejemplo, si el problema es una cadera mal alineada, se puede hacer cirugía para realinear la displasia. En el caso de los artrosis autoinmunes hay que tratarlo multidisciplinarmente. En el caso del sobrepeso, adelgazar, y así con cada uno de los factores. También se puede trabajar directamente en el cartílago para reconstituirlo.
Las prótesis son un procedimiento complejo pero también unas de las cirugías más satisfactorias porque la calidad de vida del paciente mejora muchísimo. Imagina llevar diez años sin poder mover la cadera, o apoyar la rodilla y que de un día para otro lo puedas hacer
¿Cómo?
Con inyecciones de factores de crecimiento plaquetario, o de aspirado de médula ósea. Se llevan utilizando 20 años y cada vez hay más estudios que demuestran su eficacia. También existen las técnicas de microrrotura. Se pincha el cartílago con algo puntiforme, y se reaviva la comunicación entre éste y la articulación y encima de ello se ponen factores de crecimiento. De esta forma, se genera un fibrocartílago, que no es un cartílago pero que hace las funciones del mismo.
¿En qué momento hay que optar por una prótesis?
Cuando llegamos a un proceso de artrosis severa, o moderada sintomática. Sintomática quiere decir que duele o limita mucho, o ambas cosas. Si hay dolor que incapacita, es momento de prótesis, sea cual sea el nivel de daño del cartílago.
Las prótesis de rodilla, y especialmente, de cadera, aparentan aparatosas. ¿Lo son realmente?
Las prótesis son un procedimiento complejo porque hay que tener en cuenta muchos factores. Pero también son unas de las cirugías más satisfactorias porque la calidad de vida del paciente mejora muchísimo. Imagina llevar diez años sin poder mover la cadera, o apoyar la rodilla y que de un dia para otro lo puedas hacer. La recuperación es casi inmediata.
¿Cuál es el promedio temporal de recuperación?
En total, unos dos meses. Aunque hospitalizado son sólo alrededor de cinco. En algunos sitios de Estados Unidos sólo pasan un día ingresados e incluso hay gente que tras operar a la mañana va a su casa. A los pacientes se les empieza a olvidar el bastón, muy pronto, de lo bien que se sienten. Les suelo recomendar que compren el bastón más barato o que pidan uno prestado porque lo va a perder.
¿Es necesario cambiar las prótesis tras cierto tiempo?
Sólo si el paciente lo necesita. Si la prótesis se afloja y al paciente le duele, sí. Pero si todo va bien, no. Si no duele, no toques.
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